El Alcalde de la localidad, Juan Carlos Ruiz Boix, ha inaugurado este mes el periodo corporativo 2019-2023 adelantando cómo serán las líneas maestras de las sesiones del máximo órgano de gobierno municipal.
Como viene siendo tradicional, Boix cumplió con el ritual de advertencia a los ediles expulsando al edil del PIVG Jesús Mayoral, tras un breve periodo de pique para obtener la excusa de rigor. «Es un edil bastante molesto porque insiste en discutir mi derecho a saltarme el ROF cuando me apetezca, así que cada vez que me lo recuerda le doy un aviso, y al tercero sabe que va expulsado. Eso sirve de advertencia al resto de ediles, sólo hay que ver lo calladitos que se quedan», explicó el prime edil.
En este video podemos ver cómo desde la posición de la Alcaldía se «pica» al edil dirigiéndose a él para que conteste, amenazando acto seguido con la expulsión, dentro del ritual ya establecido en sesiones anteriores.
Para reafirmar su autoridad, el primer edil no dejó de interrumpir no obstante al Concejal expulsado durante sus turnos de palabra, sin que se «autosancionara» por ello ni una sóla vez, demostrando una vez más su doble vara de medir.
Para el acto final del ritual de expulsión el Presidente del Pleno, sin competencias para intervenir en nombre de los grupos, inicia un extenso discurso sobre cuestiones totalmente ajenas a la sesión, esperando nuevamente que el edil de la oposición le llame la atención para, sin dejarle articular palabra, ordenar su expulsión.
En esta ocasión se recurrió al «discurso GIL» por el que se razona que los votos de una parte de la población eximen de dar respuesta a los demás.
Cuando el molesto edil pregunta si «eso es del orden del día», en referencia al discurso gilista, se procede a su expulsión inmediata.
Lamentablemente desde MultiMieda no podemos ofrecerles imágenes de lo ocurrido durante la emisión por la necesaria manipulación de las imágenes con las directrices políticas de turno.